Nuestra mente nos cuenta historias, y muy a menudo estas historias se repiten. Especialmente cuando te propones un cambio en tu vida y vas a dejar atrás alguno de los procesos que ya no necesitas que te acompañen.
Todo comienzo lleva una cierta carga de incertidumbre. por eso nuestra mente nos pone en alerta. Si vamos a enfrentarnos a algo nuevo, nos recuerda que podemos equivocarnos en la decisión y nos reta a través de la duda.
Este reto no es un bloqueo para crecer, a veces es un trampolín, pero siempre te propone hacer una parada y posiblemente un retroceso para reflexionar.
El camino de la vida no es nunca lineal, pero los que se atreven a recorrerlo, descubrirán grandes dones en su interior al aprender a saltar los obstáculos.
Con la observación de la mente a través de la quietud, el pensamiento discursivo se diluye cada vez más y más dando lugar a los espacios de silencio .
En esos espacios, empiezan a surgir milagros y la duda se diluye abriendo avenidas conceptuales a otros niveles de comprensión y percepción.
En la quietud de la mente hay un camino para todos los que no pueden ver la dirección de sus vidas, y esta solo la encuentras cuando te permites aceptar lo que eres y saber lo que no eres. De esta manera, llegas al punto de maestría interior.
La vida genera mucha inercia mental y fomenta el estado de duda un estado en el que vivimos fuera de nosotros mismos
Actuar sin miedo a equivocarnos es el camino del corazón , pues en el verdadero sentido de la actuación se encuentra la experiencia que muestra a tu mente la expresión del movimiento y esa es la enseñanza.
Paloma Lopez
